domingo, 6 de septiembre de 2009

El medio pollito

INFORMANTE: Rosa Guerrero Cáceres (Loja, Granada)

RECOGIDO POR: Carmen Lopera

Había una vez una madre que tenía dos hijas y les puso una gallina para que le salieran pollitos. La madre les dijo:
-Los pollitos que salgan serán para vosotras.
Pero les sacó nada más que un pollito. Entonces, la madre, para que no se pelearan, lo cogió y lo partió por medio y le dio a cada una la mitad.
-Yo lo guiso con arroz –dijo una de las hijas.
La otra lo tiró al corral y el medio pollito se lió a escarbar. Se encontró una bolsa con mucho dinero y se encontró con un hombre y le dijo:
-¿Dónde vas, medio pollito?
-Voy al pueblo a comprarme unos zapatos, unos pantalones, una camisa y un sombrero.
El hombre le dijo:
-¿Por qué no me dejas el dinero?
Y el medio pollito se lo dio. Pero el hombre no se lo devolvió y el medio pollito iba todos los días a que el hombre se lo devolviera. El medio pollito iba por el camino y se encontró con una zorra que le dijo:
-¿Dónde vas, medio pollito?
-Voy a casa del hombre al que le presté el dinero.
Y le dijo la zorra:
-¿Quieres que te acompañe?
-Bueno, acompáñame.
Y fue a casa del hombre y llegó a la puerta:
-Kikirikí, mi dinerito lo quiero aquí.
El hombre les dijo a los criados que lo echaran al corral de los gallos ingleses. Entonces salió la zorra y mató a los gallos ingleses.
El medio pollito salió cantando:
-Kikirikí, mi dinerito lo quiero aquí.
El hombre le dijo a los criados que lo echaran fuera, y el medio pollito se fue a su casa y por la mitad del camino se encontró con un río. Y el río le preguntó:
-¿Dónde vas medio pollito?
-A casa del hombre al que le presté el dinero y no me lo quiere devolver.
Y el río le dijo:
-¿Quieres que te acompañe?
-Bueno, acompáñame.
Cuando llegó a casa del hombre se puso en la puerta.
-Kikirikí, mi dinerito lo quiero aquí.
Los criados estaban haciendo el pan y el hombre ordenó a los criados que lo metieran en el horno para que se quemara. Entonces el río apagó el horno. El hombre se cansó y le devolvió el dinero. El medio pollito, contento y feliz, fue cantando:
-Kikirikí, mi dinerito lo tengo aquí.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

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