El tomate es un rojo
almohadón de seda.
Lo ponen en la mesa,
se queda.
Lo ponen en el plato,
se queda.
Rojo.
Rojo.
De seda.
Se queda.
La le
la lechu
la lechuga va
a ser
una ensa
una ensalada.
La lechuga es el nido
de un pajarito,
que no canta ni pone
ningún huevito.
Con ovillitos de lana
tejeré un bello chal.
Rojos, los primeros puntos.
Azules, los del final.
Sobre el pecho, será fuego.
En la espalda, pavo real.
Un arco iris dormido,
Un sol y granos de sal.
¡Buenas noches, Señor Gato!
¿Qué le apura, adónde va?
-Voy corriendo a ver la luna,
plato de leche en el cielo
plato de vidrio en el mar.
¡Bien que sabes dónde está
la cuevita del ratón”!
Aquí sí.
Aquí no.
Aquí sí.
Donde hay olor a queso.
Donde bailan todos vals.
Donde se corren carreras
y el gato no puede entrar.
En el papel del aire
el verde escribe una flor.
Letra abierta, clara, firme.
La corola dice: Vengo.
El perfume dice: Voy.
El pato Canela
pescaba en la noche
hundiendo su pico
de rojo coral.
Sacaba del agua
pedazos de luna
que él mismo quebraba
a orillas del mar.
Hay cuentos
que pueden ser guardados
en un zapato de niño,
otros en el baúl de viaje de Gulliver
y algunos breves, tan breves,
que caben en el nido de un picaflor.
Nunca hemos visto
Al pajarito
que llama en los naranjos
por la mañana.
¿Tendrá las plumas verdes
y el piquito grisado?
¿Hay alguien que conteste
a su llamado?
Cuatro limones danzan
sobre mi cama.
Siete gorriones saltan
en una rama.
Esto es para mi madre
porque me ama.
En la laguna
se bañan los patos,
las garzas, el martín pescador,
el sol,
la sombra de la paloma
y la luna.
http://elprocedimientodelainfancia.blogspot.com/2007/07/desde-crdoba-la-maga-edith-vera-las.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario