miércoles, 6 de junio de 2012
martes, 5 de junio de 2012
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Sobre la enseñanza y el aprendizaje del vocabulario (I)
Introducción
En el prefacio de su muy útil libro Teaching Vocabulary in All Classrooms (editado
por Pearson Prentice Hall en 2006), Camille Blachowicz y Peter J.
Fisher comienzan con esta afirmación: “Vocabulary instruction is like
the weather: Everyone talks about it, but no one is quite sure what to
do about it”. Se refieren a los profesores que reconocen la importancia
del vocabulario, pero no están seguros de lo que deben hacer en sus
clases para promoverlo.
En los últimos veinte años se ha
producido un importante avance en el conocimiento de este elemento
sustancial de la competencia en comunicación lingüística. Son abundantes
los datos empíricos disponibles que pueden ayudar a la escuela a
mejorar sus prácticas. Aunque siempre nos ocurre lo mismo: a la escuela
llega esta información demasiado tarde.
Este post y otros que lo seguirán
intentan ofrecer parte de la información científica actualizada
disponible, especialmente la que, en nuestra opinión, puede ser más útil
a las prácticas del aula.
Importancia del vocabulario
“Somos lo que son las palabras que conocemos y usamos” (Stahl, 2005).
El vocabulario desempeña un papel
crítico en la vida de las personas y en sus posibilidades futuras. Un
amplio y rico vocabulario es el sello distintivo de una persona formada.
Además, un rico repertorio de vocabulario está fuertemente relacionado,
en particular, con la comprensión lectora; y, en general, con el
rendimiento escolar.
La importancia del vocabulario está avalada por una gran cantidad de datos empíricos (M.F. Graves, 2009):
- El conocimiento del vocabulario en preescolar y primer curso es un claro predictor de la comprensión lectora tanto en primaria como en secundaria.
- La dificultad del vocabulario influye en la legibilidad de los textos.
- El vocabulario que usamos influye poderosamente en lo que los demás piensan sobre nuestra competencia.
- La enseñanza del vocabulario mejora la comprensión lectora.
- Un vocabulario limitado puede explicar el fracaso escolar de muchos alumnos.
Ideas previas necesarias para abordar la enseñanza y el aprendizaje del vocabulario
Hay profundas diferencias en el
conocimiento del vocabulario entre los aprendices de diferentes grupos
de habilidad o procedencia socioeconómica desde los primeros meses de
vida hasta la educación secundaria (Beck, McKeown y Kucan, 2009):
- Los alumnos de 1º de primaria de nivel socioeconómico alto conocían el doble de vocablos que los de nivel bajo.
- Los alumnos de final de la enseñanza secundaria con alto rendimiento conocían cuatro veces más palabras que sus compañeros de bajo rendimiento.
- Los alumnos de 3º primaria con alto rendimiento tenían el mismo nivel de vocabulario que los de rendimiento más bajo al final de la enseñanza secundaria.
Lo más escalofriante: es muy difícil
mejorar esas diferencias. ¿Pone el currículo escolar el énfasis debido
en la adquisición del vocabulario? Una gran prioridad del sistema
educativo debe ser proporcionar una enseñanza efectiva del vocabulario.
El vocabulario es decisivo para el
aprendizaje de las cuatro habilidades lingüísticas básicas (hablar,
escuchar, leer y escribir).
Una idea central en la enseñanza del vocabulario es que tenemos que partir de que cada alumno tiene cuatro vocabularios:
- el formado por las palabras que puede comprender cuando las escucha,
- el correspondiente a las palabras que puede leer,
- el de las palabras que puede usar en su expresión oral,
- el de los vocablos que usa en su expresión escrita.
El vocabulario del lenguaje escrito es
mucho más amplio y variado que el del lenguaje oral. La densidad léxica
del texto escrito es mayor que la del texto oral. Por eso, la lectura es
una mejor fuente para aprender el vocabulario que la comunicación oral.
El vocabulario es un aprendizaje que
nunca finaliza. La ampliación y perfeccionamiento del vocabulario es
algo que dura toda nuestra vida.
El vocabulario adopta dos formas: el
vocabulario receptivo (el que podemos reconocer y comprender) y el
vocabulario productivo (el que utilizamos cuando escribimos o hablamos).
El vocabulario receptivo es más extenso que el vocabulario productivo.
Esta realidad es especialmente importante en la etapa inicial del
aprendizaje lector: si los vocablos que se intenta que lean los alumnos
pertenecen ya a su vocabulario oral, todo fluirá. En caso contrario,
habrá dificultades de decodificación. Las palabras más raras están en el
lenguaje escrito. Y si el soporte de la comprensión lectora es el
lenguaje oral, habrá que prestar atención preferente a la selección de
textos.
Un par de hechos científicos relacionados con el vocabulario que conviene conocer
Año 2000. Se publica uno de los trabajos más influyentes sobre la enseñanza y aprendizaje de la lectura: Report of the National Reading Panel : Teaching Children to Read (National
Institute of Child Health and Human Development, NICHD, 2000) que ha
tenido un gran impacto en la legislación y en la política educativas.
Surgió de un mandato del Congreso de los Estados Unidos con el propósito
de evaluar la investigación científica realizada sobre la lectura
(enfoques y métodos) y sus implicaciones en la enseñanza/aprendizaje de
la misma. Las conclusiones del Panel: cinco componentes son esenciales
para la enseñanza de la lectura: conciencia fonémica, correspondencia
fonema-grafema, vocabulario, fluidez y comprensión. Otorga, pues, al
vocabulario un papel central que tendrá importantes consecuencias para
el papel que ha de ocupar en el currículo.
Año 2003. En el caso de EE.UU., el
Departamento de Educación, consciente de la necesidad de profundizar en
el aprendizaje y la enseñanza del vocabulario, patrocinó una
conferencia (Focus on Vocabulary) que tuvo lugar en Dallas (Texas) a
primeros de octubre de 2003. Las aportaciones de los expertos asistentes
dieron lugar a la publicación de un libro imprescindible en el campo
de la enseñanza y aprendizaje del vocabulario: Teaching and Learning Vocabulary. Bringing Research to Practice, editado por Elfrieda H. Hiebert y Michael L. Kamil en Lawrence Erlbaum Associates en el año 2005.
En próximos posts intentaremos responder a las siguientes preguntas sobre la enseñanza y el aprendizaje del vocabulario:
¿Cómo se aprende el vocabulario?
¿Hay que enseñar sistemáticamente el vocabulario o se puede aprender espontáneamente?
¿Qué y cuántos vocablos hay que aprender en las distintas etapas educativas?
¿Qué estrategias apoyadas en la investigación empírica han de utilizarse?
BIBLIOGRAFÍA
Beck, I.L., McKeown, M.G., y L. Kucan. (2002). Bringing Words to Life. Robust Vocabulary Instruction. The Guilford Press.
Blachowicz , C. and Fisher, P.J. (2006). Teaching Vocabulary in All Classrooms. Pearson Prentice Hall.
Hiebert, E.H. y Kamil, M.L., eds. (2005). Teaching and Learning Vocabulary. Bringing Research to Practice. Lawrence Erlbaum Associates.
Graves, M.F. (2009). Teaching Individual Words. Teachers College Press and International Reading Association.
National Institute of Child Health and Human Development (2000).
Report of the National Reading Panel: Teaching children to read: An
evidence-based assessment of the scientific research literature on
reading and its implications for reading instruction. Washington.
Stahl, S.A. (2005).Four Problems with Teaching Word Meanings. En Hiebert y Kamil, op. cit.
Jesús Pérez González
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